La entidad de gestión de derechos de autor CEDRO publica en su web un manifiesto en el que reclama al Gobierno la rectificación de una medida que se viene aplicando desde 2012. El manifiesto está firmado también por ACE, SGAE, VEGAP y otras entidades.
Desde el citado año 2012, los autores y autoras, las personas dedicadas a la creación y a la producción intelectual deben optar, al cumplir 65 años, por jubilarse o por vivir de los ingresos que les generen los derechos de su creación. Esta situación, según el manifiesto, provoca tanto la pérdida de derechos económicos por parte de las personas dedicadas a la creación y la producción intelectual, como la pérdida del saber y del conocimiento que pueden aportar quienes, por su experiencia, tienen mucho que dar a la sociedad.
El escrito, tal como informa CEDRO en su web, “fue entregado el pasado 6 de noviembre al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como al de Empleo y Seguridad Social. En el texto, se insta, además, a que se detenga la campaña informativa que pide a los autores a optar entre renunciar a su pensión y la remuneración por el desarrollo de su actividad creativa”. Continua la información de CEDRO señalando que “el presidente de ACE, Manuel Rico, lamentó que esta situación sea exclusiva de España, pues no ocurre en ningún otro país de la Unión Europea. Además, manifestó que este caso supone un agravio comparativo con respecto a otros jubilados que, por ejemplo, «sí pueden compatibilizar la pensión con rendimientos obtenidos de sus inversiones en Bolsa»”.
Este es el texto del manifiesto:
Desde 2012, cualquier profesional de la creación mayor de 65 años que desee continuar desarrollando su actividad tiene dos opciones:
- a) Cobrar su pensión pero renunciando entonces a percibir una retribución por sus cursos, artículos, conferencias y a los derechos de autor que su obra le genere, si con ello supera en ingresos el SMI anual bruto;
- b) Continuar aportando su conocimiento, fruto de su experiencia a lo largo de los años o percibiendo los derechos de autor que legítimamente le corresponden, pero renunciando entonces a su pensión contributiva y no contributiva.
A pesar de las graves dificultades económicas que el sector creativo ha atravesado en los últimos años en nuestro país, el Gobierno penalizó y cercenó la actividad creadora que a todos beneficia. Las consecuencias de su aplicación son claras:
- Un daño de proporciones incalculables al desarrollo intelectual de nuestro país impidiendo que nuestros autores puedan seguir aportando en una etapa de su vida en la que el grado de madurez, experiencia y sabiduría puede ser volcado en mejorar una sociedad cada vez más necesitada de peso intelectual.
- Una desprotección de los creadores, especialmente aquellos con menores rentas que no pueden complementar sus pensiones no contributivas, con el fruto de su conocimiento.
- Un descenso de la contribución a la Hacienda Pública. Si los creadores dejan de producir, también dejarán de contribuir a las arcas públicas.
Por todo ello, EXIGIMOS:
- La compatibilidad de la percepción de pensiones con los rendimientos del trabajo derivados de la actividad creativa.
- El cese inmediato la campaña puesta en marcha por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social que insta a los afectados a que elijan entre continuar manteniendo una vida intelectualmente activa o su pensión de jubilación.
- La apertura de un proceso de diálogo con las organizaciones autorales que permita encontrar una solución justa para quienes, al finalizar su vida laboral activa, aún quieren aportar su talento al acervo cultural y científico -técnico de nuestra sociedad.
- Que en virtud de un proceso de reflexión y análisis del sector, el nuevo Gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre, diseñe una nueva norma que permita compaginar el desarrollo social y creativo con los derechos sociales y laborales de todos.
En Madrid, a 6 de noviembre de 2015