Cuando era pequeño, hace ya muchos, muchos años, oía hablar de los niños pobres y las monjitas. Los pobres pedían, extendiendo la mano, “una limosna por caridad” (esto no ha cambiado mucho). Las señoras de la alta sociedad organizan rastrillos para recaudar unos duros para los niños pobres; no creo que tan siquiera lo hagan …